
En FES nos tomamos muy en serio el bien estar de nuestras residentes no solo físico sino que también mental. Queremos que cada mujer de nuestra comunidad se siente apoyada y empoderada.
Por eso, desde poco hemos empezado ofrecer a todas las mujeres de la fundación cada jueves un momento de paz y de comparto con la ayuda de consagradas voluntarias. Una hora y media de conversación y apoyo emocional para recordar a las residentes, generalmente madres que han subido maltratos, que no están solas.
Se cree un espacio seguro en nuestra casa africana donde las mujeres son escuchadas, amadas y animadas a seguir adelante.